Como se verá más adelante, uno de los pasos del análisis de vulnerabilidad
consiste en identificar y evaluar las amenazas que inciden sobre el área donde
se ubica la empresa, para lo que es necesario hacer un estudio de los registros
históricos de la región y realizar informes sobre los daños que ha sufrido cada
sistema.
Si la evaluación presenta un índice alto de riesgo -como puede ser la
posibilidad de que se produzca un sismo de gran magnitud- es recomendable la
contratación de especialistas para llevar a cabo un análisis de riesgo sísmico
de las estructuras del sistema. En todo caso, siempre será de gran ayuda contar
con los planes de amenazas que puedan proporcionar las instituciones
pertinentes.
La evaluación de las amenazas se realiza para cada una de ellas y considerando la frecuencia, intensidad, área de impacto y potenciales daños. La prioridad de intervención se aplicará sobre aquéllas que incidan en mayor medida sobre la empresa, sus estructuras físicas y servicios.